Rufi y Nica en Martialay

Las viejas tiendas de coloniales o de ultramarinos (qué dos nombres tan sonoros), me han fascinado siempre. El olor mezclado de todas las especias, mostradas en sacos abiertos con el borde enrollado; el aroma del vino rancio que vendían a granel en la de Miño de Medinaceli; los congrios rancios colgados de la tienda de […]